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martes, 15 de enero de 2013

LOS MUELLES PARA LOS PIOLETS

Las bagas de anclaje, cabos de anclaje, cordón de vida… o como guste llamarlos, son elementos de seguridad pasiva que todo alpinista suele llevar en su arnés de escalada.
Esta baga, nos mantiene unidos a un punto seguro mientras realizamos otras maniobras que requieren nuestra atención.
La baga nos aporta seguridad y velocidad de anclaje. Y la podemos utilizar por sí misma, o combinada con otro reaseguro que nos aporte confianza y seguridad en el reposo.
 
 
Desde hace años los escaladores de hielo han ido tecnificando la escalada.
Un paso importante fue retirar las dragoneras. A partir de entonces la evolución de los piolets técnicos ha sido imparable.
Escalar sin dragoneras nos aporta mayor libertad de agarre y de movimientos, pero también lleva implícito el riesgo de perder los piolets. Esto en una cascada deportiva no tendría mayor trascendencia, pero en grandes corredores y cascadas puede suponer una auténtica tragedia para la cordada.
Incluso con las dragoneras puestas en los piolets, sacar la mano para colocar un seguro nos arriesga a quedarnos sin él.
 
Para evitar esto, surgió la idea de usar cordinos para unirnos a los piolets, pero la longitud de los cordinos era un incordio ya que se enganchaban en todo lo imaginable.
Así, mientras unos decidieron seguir con los piolets a pelo y con dragoneras para evitar esas molestias, otros consiguieron evolucionar la idea hasta dar con la forma de muelle que conocemos, y que varias firmas comercializan con mayor o menor éxito.
 
Retrocedo en la historia moderna del cascadismo para que entendamos la evolución en la colocación de seguros sobre el hielo:
Meter un tornillo en el hielo tal y como lo conocemos hoy era algo inimaginable hace ni siquiera quince años, pues era una operación muy trabajosa y que siempre requería de la ayuda de un piolet para ayudarnos a roscar el tornillo haciendo palanca (por esto en grandes cascadas se solía llevar un tercer piolet, generalmente algo más pequeño, colgado de nuestro arnés). En el mejor de los casos empleábamos dos minutos en colocarlo y a veces usando las dos manos, lo que nos obligaba a realizar la operación colgados de los piolets.
 
Hoy en día un tornillo de hielo se mete con una sola mano y empleamos en la operación entre cinco y diez segundos. Así que ya no es necesario colgarse de los piolets para poner los tornillos y el largo se considera moralmente encadenado si lo realizamos metiendo los tornillos en el hielo a medida que progresamos.
 
 
Pero como sabemos, el hielo no siempre se encuentra en perfecto estado y tampoco tiene el grosor deseado para la longitud de nuestros tornillos. Esto ocasiona que la operación de meter un tornillo se nos alargue más de lo deseado.
Teniendo en cuenta que estamos agarrados al piolet de una sola mano mientras realizamos la operación, podemos empezar a sentirnos un poco nerviosos cuando notemos que el fallo muscular de la mano está a puntito de caramelo y nos vamos a pegar el vuelo padre hasta quedar del anterior tornillo, situado cuatro metros por debajo.
No pasaría de ahí si los seguros anteriores estuvieran colocados "por el libro" y nuestra caída fuese limpia. Pero normalmente no es así. Una caída en cascada de hielo suele conllevar una lesión más o menos grave. Y si tenemos la suerte de no herirnos, aún tendremos un pequeño problema para volver a subir a recuperar el/los piolets que quedaron clavados arriba.
Alguna solución sería meter tu baga de anclaje en el regatón del piolet de apoyo y reposar de él mientras resolvemos el problema, o pasar la cuerda por encima de la badana clavada en el hielo y que tu compañero sujete tu peso (no recomendable porque la carga al piolet se multiplica por dos).
 
 
El concepto de los muelles caseros:
Los muelles que compramos hechos tienen dos pegas fundamentales:
-Su elevada longitud. Son muelles que nacieron bajo el concepto de no perder la herramienta. No nos podemos colgar de ellos porque nos alejan muchísimo de los piolets y en una vertical resulta muy difícil remontarse de nuevo hasta los piolets.
-Y su escasa resistencia (aprox. 150-200kg) por lo que corren el riesgo de romperse ante un tirón fuerte con nuestro cuerpo.
Esto nos obliga a tener que llevar una baga de anclaje extra en el arnés.
 
Si los muelles los hacemos nosotros daremos un rodeo a estos inconvenientes y tendremos las ventajas de los muelles comprados, unidas a las de la baga de anclaje.
-Tienen una resistencia mínima de 550 kg
-Tienen la longitud adecuada a nuestro cuerpo ya que están hechos a medida
-No necesitamos baga de anclaje porque los mismos muelles cumplirán la misión.
 
 
 
Así que con esta idea he preparado este video-tutorial:
 
LOS MUELLES DE LOS PIOLETS A MEDIDA, by Avigamo films:
http://www.youtube.com/watch?v=KJ5FQWMG1js




















4 comentarios:

  1. Hola chavalote. Solo decirte que ya tengo mis muelles para los piolos. Además tengo dos juegos, (chulo que es uno, jajaja). Lo que paso, es que primero me hice unos con driza mas ancha como dijiste tú, después de vistas las vuestras lo veía demasiado gordo. Después me hice otro juego con la driza como la vuestra que queda un poco mas fina.
    Al final dos juegos de muelle a elegir, jejeje. Muchas gracias por ese tutorial. Un abrazote.

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    1. No hay de qué, me alegro de que te haya servido para hacerlos.
      La seguridad en montaña es lo primero, jejeje.
      Un abrazo Edu.

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  2. Gracias, termino de hacerme unos con unas modificaciones sobre el diseño inicial, ahora solo queda probarlos ;-)

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    1. Genial, espero que me cuentes qué tal te han ido esas modificaciones para poder adoptarlas yo también. Muchas gracias :-)

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